Arauca y Boyacá inauguran centros de transformación del cacao: apuesta por una economía campesina y de paz

Con presencia del presidente Gustavo Petro y autoridades regionales, se inauguraron en Arauca y Boyacá los primeros Centros Solidarios de Estandarización de Cacao “Aroma y Sabor de Paz”, espacios comunitarios que marcan el inicio de una nueva etapa para el desarrollo agrícola en estas regiones.
Cacao como motor de transformación territorial
Las nuevas sedes, ubicadas en Cubará (Boyacá) y en las veredas La Arenosa, El Troncal y La Holanda del departamento de Arauca, fueron creadas con el respaldo de la Unidad Solidaria y tienen como objetivo mejorar los procesos de poscosecha del cacao, como la fermentación y el secado. Esto permite estandarizar la calidad del grano y facilitar su acceso a mercados más exigentes y rentables.
El gobernador de Arauca, Renson Martínez Prada, destacó que estos proyectos son una muestra de que “la economía legal y sostenible es posible”. Según explicó, Arauca cuenta con más de 22.000 hectáreas de cacao y 30.000 de plátano, y se ha convertido en un ejemplo de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos: “Aquí se decidió sembrar vida”.
Hacia una economía basada en el campo
Martínez Prada también subrayó que el 25 % del PIB del departamento proviene de la producción campesina y que Arauca avanza en su transición del modelo extractivo hacia uno agrícola. En ese sentido, los nuevos centros de transformación representan una herramienta clave para avanzar en el desarrollo rural con enfoque territorial.
Cooperativismo: clave para la paz y el desarrollo
Durante su intervención, el presidente Petro reafirmó que el desarrollo del país debe cimentarse desde el campo, y pidió dejar atrás el modelo de exportación de materias primas. “No se trata solo de vender el grano, sino de exportar chocolate terminado, con valor agregado y sello campesino”, enfatizó.
Además, elogió el modelo cooperativo que se está implementando en Arauca y sugirió que este tipo de iniciativas pueden ofrecer una salida viable a los territorios que han dependido históricamente de economías ilegales.
Unión regional por una economía rural digna
El evento también contó con la participación del gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, quien celebró el esfuerzo conjunto entre regiones: “Este paso significa que estamos logrando que los campesinos tengan acceso a tierra y una vida más digna”.
Por su parte, el gobernador de Casanare, César Ortiz Zorro, respaldó el modelo y expresó su compromiso con la Reforma Agraria: “Venimos de territorios agrícolas. Somos campesinos y creemos que un campo con oportunidades es la base de la justicia social”.
Estos nuevos centros no solo fortalecen la cadena de valor del cacao en Colombia, sino que consolidan una visión de desarrollo sostenible, basada en la economía solidaria, la producción legal y el protagonismo del campesinado como eje del futuro rural del país.